La empresa estadounidense Google asegura que la búsqueda “Michelle Obama” que conduce a una lista de imágenes y enlaces racistas, encabezados por una ofensiva fotocomposición del rostro de la primera dama de Estados Unidos transmutada en un grotesco simio, es un mero resultado algorítmico sobre la relevancia de las páginas en la web y, por lo tanto, la empresa no tiene la menor intención de remover el resultado de las búsquedas, simplemente porque el contenido es “impopular” o se reciban quejas sobre los mismos porque, en pocas palabras, sólo ejercerían “censura” por un requerimiento legal.
¿Deberíamos creer que un libelo visual sea la búsqueda algorítmicamente más popular en la web relacionado con la esposa del primer presidente afroamericano de Estados Unidos? Mmmmhh. Supongo que es improbable que la familia Obama o la Casa Blanca — quizá cualquiera que se vea en una situación similar — decidan convertir lo que se antoja como un “algorítmico” golpeteo político en una demanda de tipo judicial porque esto significaría darle cabida en la política virtual del ciberespacio a quienes no tienen argumentos para defender sus puntos de vista.
Sin embargo, expertos en e-marketing consultados sobre el tema expresaron sus dudas de que hayan sido simples cálculos algorítmicos los que hayan posicionado en primer lugar de búsquedas a un oscuro diario online en Blogspot (sitio administrado por Google) de supuestas “hot girls” conteniendo una serie de fotos de la señora Obama, y no, de manera natural, al sitio web oficial de la esposa del presidente de los Estados Unidos.
A últimas fechas se cuestiona entre los usuarios de la web la calidad de los resultados de búsquedas generales, invariablemente contaminados por la estrategia mercadotécnica de las palabras clave y hay quienes temen que a causa de esta mercantilización de las búsquedas, la época de oro de la Internet gratuita esté llegando a sus últimos días.
Y más aún, que en el mejor de los casos los buscadores como Google o Yahoo! pretendan en el largo plazo crear servicios pagados de búsquedas más apegadas a los requerimientos de los usuarios. Y digo “mejor de los casos”, porque en el peor podríamos estar ante una guerra sucia de parte de ciertos grupos de Poder que buscan que los usuarios de Internet avalemos legislaciones que, tomando como pretexto los delitos de difamación, de violación a derechos de propiedad intelectual e industrial y la pornografía infantil, comiencen a censurar y controlar lo que se publica en la web.
Se supone que la Web 3.0 basada en análisis de contenidos completos y no sólo de palabras clave, deberá generar resultados de búsqueda de mayor calidad. Pero mientras este proceso de búsqueda se generaliza en la web, tendremos que soportar balandronadas como la fotocomposición que ridiculiza a una mujer respetable y por cierto muy hermosa como Michelle Obama, y la retahila de sucios comentarios en foros de tufo kukuxklanero que no tienen más sustancia que la difamación, los cuales alejan a la Opinión Pública de la web del diálogo social maduro y bien argumentado que urge en la aldea global.