cálamo & alquimia® | @silviameave
La anécdota fue contada por el director del Monte de Piedad, la principal casa de empeño en la Ciudad de México: Un hombre -sin duda extremadamente desesperado- llegó a empeñar las cenizas de su difunto padre… ¡¡para pagar el funeral de su madre!! El valuador del Monte de Piedad le explicó que las cenizas no tenían un valor comercial y por lo tanto no podían empeñarse. Entonces, el hombre rompió en llanto, como un bebé. El valuador se conmovió y le dijo al hombre que le haría un préstamo sobre la urna con las cenizas funerarias y en la boleta registró que el cliente había empeñado un reloj de arena sin estuche. <<>>