cálamo & alquimia® | @silviameave
Aunque en mi adolescencia pretendí ser actriz de teatro universitario, no soy vedette y mis impulsos exhibicionistas no van, por lo general, más allá de los textos que escribo, si es que los firmo; lo que hago, esencialmente, como manifestación de responsabilidad intelectual.
Empero, también he aprendido que los periodistas no podemos negarnos a ciertos embrollos, ahora transculturalmente llamados reality shows para acercarnos a la esencia de los temas que abordamos.
Paradojas de la vida, justo hoy leía un artículo en el que se polemizaba sobre el método de trabajo que hizo Günter Wallraff, autor de ese genial reportaje convertido en libro, titulado Cabeza de Turco. Wallraff no sólo investiga, sino que vive en carne propia el asunto que quiere dar a conocer a la Opinión Pública. Esa técnica es una versión refinada del slogan merolico “Que no le digan, que no le cuenten que la luna es de queso y que los niños vienen de París”.
Algunos detractores de este método para obtener información afirman que se pierde objetividad, ese concepto tan manoseado en nombre del trabajo periodístico que, a pesar de ser una meta evanescente, siempre perseguimos e intentamos alcanzar.
Y va todo este preámbulo sólo para decir que estoy embarcada en el método Wallraff. El año pasado fue la infausta Iniciativa México. Esta vez es “El Trabajo de tus Sueños” que patrocina el sitio web QuéPasa.com, fundado en 1997 por Jeffrey Peterson en Florida, para la comunidad latina de las Américas, el cual desde entonces pretende erigirse como el Facebook de los latinos.
Aparentemente, QuePasa.com quiso repetir la fórmula de los sitios para ligue online, o “encuentros personales” que tuvo su época dorada a principios de la primera década de este siglo. Pero aunque tiene su público -oficialmente presumen 27.2 millones de usuarios provenientes en su mayoría de Brasil y México-, QuePasa.com resulta ser un sitio web de mediano perfil cuyo gancho son los concursos “virales” tan de moda en estos días, por los que hay que acarrear virtualmente al mayor número de personas en el intento de ganar.
“El Trabajo de tus Sueños”, según parece, es un garlito más de la ya gastada estrategia de marketing viral que permite al organizador recabar datos relevantes de usuarios web para usufructuarlos y llenar de publicidad no solicitada los buzones de correo electrónico de participantes y votantes.
Debido a que me inscribí como residente en México, para poder acceder a las reglas del concurso “El Trabajo de tus Sueños”, tuve que llenar una encuesta sobre la calidad de contenidos del sitio web del senador mexicano Manlio Fabio Beltrones y para registrarme como participante, tuve que aceptar al citado senador como “amigo” en Facebook. No sé si el político pagará parte del premio o éste ya va incluido en el paquete publicitario pagado por Beltrones.
Desde luego, en el proceso de inscripción al concurso de “El Trabajo de mis Sueños” es requisito indispensable tener una cuenta en QuePasa.com o abrir una. Confieso que no tengo cuenta ni en QuePasa.com ni en Facebook, por lo que le he cargado el muertito a las respectivas cuentas de Relaciones Públicas de TribuAméricas®, sin remordimientos de conciencia, pues yo también hago mi trabajo para posicionar al colectivo periodístico cibergraffitero en las preferencias del respetable público interesado en aprovechar la información periodística para mejorar su realidad cotidiana.
La cuenta de TribuAméricas® en QuePasa.com estaba muy abandonadita desde hace varios años, con no más de cinco buenos amigos; pues la estructura de contenidos de Quepasa.com no da mucho más que para ligar, a pesar de que el potencial del sitio es inmenso, por el aumento acelerado de la presencia latina en la web.
Según información financiera que encontré, el sitio QuePasa.com no pasa por su mejor momento como negocio y en tal circunstancia, el juego de “El Trabajo de tus Sueños” busca generar mejores expectativas no sólo para los usuarios/clientes, sino para los anunciantes e inversionistas. Empero, es un concurso inverosímil porque el perfil de la mayoría de los participantes es muy pobre, sin currícula y es obvio que ninguno de ellos podría ocupar un puesto como el que se ofrece, aunque uno que otro participante tendría derecho a llevarse cualquier cantidad de dinero por entregar sin reservas sus listas de contactos a la empresa organizadora del reality show y sus anunciantes.
¿UN GRAN PREMIO?
El lado cruel del concurso de QuePasa.com es que se juega con la necesidad -o la codicia fuera de contexto- de los participantes, en su gran mayoría mexicanos desempleados que, según el secretario de Hacienda Ernesto Cordero, podrían vivir bien con 6 mil pesos mensuales (alrededor de 510 dólares), que es el salario promedio de las familias de la otrora clase media en México.
Es el caso de Josias Cima de Quintana Roo, México que se presenta así: “Hola Quiero Un Empleo, Tengo Una licenciatura y aun con tantos estudios sigo desempleado, Por lo cual el premio de este concurso me cae de maravilla”.
Por su parte, Miguel Ángel Reséndiz del Distrito Federal, México, con gran candor explica por qué quiere el premio: “Igual, 100,000 al año servirían para mantener a toooda mi familia, y a lo mejor crear una red de ayuda humanitaria a cualquier parte del mundo”.
Así pues, el incentivo de los cien mil dólares al año (unos 8 mil 300 dólares mensuales) para vivir en Los Angeles, California resulta deslumbrante para muchos de los usuarios de QuePasa.com, que no saben que la renta de un pequeño departamento de clase media en la ciudad estadounidense puede alcanzar un promedio de 3 mil dólares mensuales y que los servicios se pagan en una proporción similar, por lo que el super-premio sería en el mejor de los casos un salario decente, aunque ordinario, para vivir en algún barrio clasemediero de Los Angeles.
Yo no tengo la intención de entregar datos de mis contactos para ganar un concurso en el que no se pone a prueba la capacidad profesional de los candidatos, sino su habilidad para moverse en pirámide Ponzi. Tampoco me interesa laborar en QuePasa.com; pero es un buen pretexto para hacer visible mi currículum y promover los servicios de creación de contenidos web que se ofrecen a través de TribuAméricas® y, de paso, como dicen mis amigos new age, decretarme un buen aumento de salario, ya. [=0] <<>>