+CálamoyAlquimia Revista | +Silvia Meave
La quinta edición del festival online de cine “My French Film Festival”, que se llevó a cabo durante los primeros dos meses de 2015, refrendó una vez más la excelente reputación de los creadores francófonos y brindó a la aldea global virtual diez películas y diez cortometrajes que incluyeron trabajos de Bélgica y Canadá.
A diferencia de otros años, en esta ocasión -desafortunadamente- dos de las películas de la muestra fílmica, que fueron galardonadas al final del evento, no pudieron ser vistas en varios países por “restricciones de distribución comercial”.
A pesar de esto, la lista de películas no se demeritó y los espectadores pudieron gozar de casi una veintena de propuestas de alta calidad, que fueron del drama al thriller y de la comedia a la animación.
La ventana cinematográfica francesa y de los países francoparlantes es una delicia artística que refleja más que nunca a una sociedad multicultural y los conflictos que se derivan de esta situación.
La vena nordafricana de la Europa del siglo XXI ha producido historias emotivas como Vandal (2013), dirigida por Hélier Cisterne; La Virée à Paname (2013) de Carine May y Hakim Zouhani, o Guy Moquet (2014) de Demis Herenger, todas espejo de la vida de los jóvenes de familias inmigrantes que llegan a convertirse en extranjeros en su propio país, sólo por el hecho de tener otro color de piel u otra religión.
Curiosamente, el festival reunió en un solo lugar la mejor y la peor de las películas disponibles, lo que lo hizo aún más interesante.
The Strange Color of Your Body’s Tears / L… por Myfrenchfilmfestival
L’Etrange Couleur des larmes de ton corps (2012) merece un comentario especial porque, a pesar de ser un filme con planos estéticamente cuidados, de aspiraciones surrealistas con el que sus directores, Hélène Cattet y Bruno Forzani imaginaron alcanzar el grado onírico sublime de Un Chien Andalou de Luis Buñuel, esta película belga resultó ser una secuencia pretenciosa y sin sentido, llena de imágenes con demasiados personajes aparentemente inconexos entre sí.
Un espectador dejó en el sitio web de la película un mensaje que la define irónicamente: Un larguísimo mal viaje ácido. Desde mi punto de vista es un filme sin historia o, simplemente, una historia mal contada que, a pesar de todo, no debe dejar de verse porque tiene un raro aroma visual a abandono claustrofóbico, con música francesa de los años 70s del siglo pasado.
Eastern Boys (2014) – Trailer (english subtitles) por Myfrenchfilmfestival
Ahora, no obstante que la premiación del jurado del festival fue en otra dirección, la mejor película, según un sondeo entre integrantes del equipo editorial de Cálamo&Alquimia® fue Eastern Boys (2013) de Robin Campillo. Una historia impactante sobre un hombre que rompe la regla fundamental de la vida urbana: Aborda a un joven desconocido en una estación de tren y lo invita a su casa, sin imaginar las consecuencias.
El suspenso y todas las emociones que se detonan en el espectador del filme están íntimamente relacionadas con la vida cotidiana de cualquiera que vive en una urbe populosa, pletórica de supervivientes de la Globalización. La trama además abre una rendija al submundo de las mafias transnacionales. Es una gran película entretenida, para reflexionar sobre las dinámicas sociales que deja la Globalización.
A Place on Earth / Une place sur la terre (2013… por Myfrenchfilmfestival
La otra gran película del festival es Une place sur la terre (2012) de Fabienne Godet. Una hermosísima historia de amor que nos recuerda que la sublimación de las emociones, de los sentimientos, es el motor de nuestra vida y el impulso para alcanzar lo que deseamos, y que la familia no es necesariamente ese grupo humano unido por el lazo sanguíneo. El filme no tiene moraleja; la fotografía es bellísima y es una historia sin final feliz en el sentido hollywoodense del concepto, que el espectador no olvidará jamás.
Mención especial merece el plus de último momento de C’est dur d’être aimé par des cons (2008) de Daniel Leconte, que se comentó en una entrega anterior en “Postales de la Vía Láctea”, que, desde luego, también entra en la dinámica conflictiva de la nueva sociedad multicultural francesa, segmentada, que no acaba de reconocerse como tal.
Los filmes ganadores del festival se exhibirán en los vuelos de Air France y en algunos circuitos cinematográficos alrededor del mundo. No hay que perdérselos.