cálamo & alquimia® | @silviameave
Una anécdota que bien podría, más trabajada, integrarse a mi serie de cuentos “La Vida en Loop”: Llamé al conmutador del hospital Aldolfo López Mateos del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). En cada ocasión que marcaba el número cero para ser atendida por la telefonista, el sistema regresaba al menú principal una y otra vez, en un loop que hubiera sido eterno si no hubiese buscado la salida de “Urgencias”.
Después de casi un minuto de espera, me contestó una voz femenina con acento ñero, seco, malhumorado:
– Urgeeennciasss.
– Buen día, señorita. Estoy buscando a la enfermera L de Nefrología. ¿Me puede comunicar con ella?
– No la conozco, manita. Esto es Urgencias y aquí no se comunica a nadie.
– Entonces, por favor, transfiera mi llamada al conmutador.
-Pos llama al conmutador, manita, aquí no se comunica a nadie si no tienes su extensión.
El azotón del auricular precedió al pu-pu-pu-pu-pu de la comunicación cortada.
Pu-pu-pu… pensé y repetí el procedimiento tres veces como en fatídico loop, alternando las opciones “Orientación y quejas”, “Citas” y “Cero para ser atendido por una telefonista”. En todos los casos me mandaban de regreso al conmutador donde nadie respondía.
Podría haber seguido insistiendo hasta el infinito y más allá, hasta que recordé que alguien puso en boca del Nobel Albert Einstein la frase: “Insanity: doing the same thing over and over again and expecting different results.” <<>>