+CálamoyAlquimia Revista | +Silvia Meave
Gracias a los teleñecos de la industria del espectáculo disfrazados de conductores de programas televisivos de entretenimiento sé que hoy [Agosto 29, 2009] el asesinado rey del pop, Michael Jackson, hubiese cumplido 51 años probablemente con pena y sin gloria. Pero la muerte le sienta bien al ídolo y la “jackomanía” en ciudades quizá tan lejanas de los sueños de Michael, como México y Barcelona también es el eje del lucro. ¡Caramba, cuánta plata se hace en nombre de las víctimas propiciatorias!… Michael Jackson murió ahogado en deudas, intentando reivindicar su título de rey del pop para pagarlas y cayó en manos de gente sin escrúpulos que preveía el gran negocio de moda y el alto valor de lucro que parecen tener hoy su imagen, su recuerdo y su creatividad.
La Ciudad de México ganó un récord Guinness del mayor número de personas bailando al unísono, en un evento encabezado por el gobierno local y en menos de una hora los patrocinadores, entre los que se incluyen la propia empresa Guinness, televisoras, empresas refresqueras y otras grandes compañías, se embolsaron 755 mil dólares.
Ya la arcángela del showbusiness, Shakira, había profetizado que llegaría el “octavo día” y es hoy:
Si a falta de ocupación o de excesiva soledad
Dios no resistiera más y se marchara a otro lugar,
sería nuestra perdición, no habria otro remedio más
que adorar a Michael Jackson, a Bill Clinton o a Tarzán.
¡Salve oh Dios del Pop y del efímero Cielo-Market documentado por La Ley y la arcángela Shakira!
¡Te queremos Michael, te queremos! ¡Te queremos Michael, te queremos! (repetir ad libitum, por los siglos de los siglos y hasta el infinito o hasta que aparezca una nueva deidad reciclable y desechable! <<>>